Según el NIST (National Institute of Standards and Technology) del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, un servicio debe cumplir las siguientes características para considerar que es de cloud computing:
1. Auto provisión bajo demanda
- El consumidor debe poder aprovisionarse recursos de computación él mismo, sin requerir interacción con el proveedor del servicio de cloud computing
2. Acceso desde cualquier lugar
- A través de la red, el consumidor debe ser capaz de acceder a las prestaciones del servicio de cloud computing mediante algún tipo de cliente o interface.
3. Disposición de recursos compartidos
- Los recursos de computación del proveedor de cloud computing deben estar agrupados para dar servicio a más de un cliente según su demanda.
4. Rápida elasticidad
- Las plataformas de cloud computing deben ser capaces de crecer en recursos rápidamente, en algunos casos de forma automática, si la demanda así lo requiere.
5. Facturación por uso
- El consumo de recursos debe ser cuantificable de forma transparente por el cliente, y el coste del servicio de cloud computing debe ir acorde con ese consumo.